OM... una verdadera superbanda

Para los que tuvimos la fortuna de ver a estos tipos tocar, creo que existe una antes y un despues... no creo que haya hasta hoy una banda que se merezca el calificativo de superbanda despues de OM... lamentablemente (siempre lo hay en estos casos) tuvieron una corta trayectoria y no dejaron nada registrado como para al menos continuar disfrutando de su musica desde el vinilo... creo que andaba por ahi un demo hecho en cassette, pero en realidad solo quedan en nuestra memoria esos pasajes de musica intrincada y de una experimentacion sonica de vanguardia, como dice la nota que aqui les dejo de una revista tambien de vida efimera... Estornudo en su numero 2, la nota es de Elvira Hatzembiler.

OM – Nuevos Brotes en el Arbol

Grabar constituye para un músico la meta más inmediata desde el aspecto de la difusión de su arte; al mismo tiempo que representa la llave para el alcance de un público cada vez más mayoritario, es la mejor manera de desarrollarse como artista. Este obje­tivo se encuentra, hoy más que nunca por razones económicas, vedado a ciertos grupos que no presentan un gancho "comercial”. OM encontró una alternativa y no piensa perder el tiempo para ponerla en funciona­miento.

Decidirse a emprender una labor tan llena de escollos como la música ins­trumental, significa muchos riesgos desde el punto de vista de la instru­mentación, más siendo el caso de un trío, pero también ofrece muchas satisfacciones el aspecto de la creación. Om viene abarcando con suma destreza desde 1973 estos dos puntos claves. Sus integran­tes Camillo Iezzi en bajo, Christian Sta­bel‑Hansen en guitarra y Eduardo Anetta en bateria, manejan el trabajo grupal con una comunicación y una sincronizada agilidad pocas veces encontradas en el ámbito nacio­nal, lo que les da una pulcritud excepcio­nal, incluso cuando se aventuran en el te­rreno de un 11/4 ó un 7/4.

Hace unos cinco años Eduardo y Chris­tian tocaban en un grupo llamado, Pionono; lógicamente por ese entonces Almendra y Manal eran los focos catalizadores del movi­miento y los músicos que luego formarían esta tercera generación, no podían escapar­se de este contexto, el repertorio de Piono­no estaba básicamente constituido por blues al estilo de Manal. Pero poco a poco se irían desprendiendo de esta influéncia y en 1974 se inaugura un café‑concert donde se necesitaba un conjunto, así muy circuns­tancialmente tendría lugar el nacimitnto de OM. “Fue ahí donde nos dimos cuenta que estábamos en algo importante; la música era muy similar a la actual, claro que con deficiencias técnicas...,en estos años nos ablandamos bastante '.

De esta manera ya con Camilo en la formación y con el propósito de hacer, según ellos, “una música estudiada compás por compás", llega una actuación en la Sala Planeta, compartiendo el cartel con Raúl Roca. Al poco tiempo repiten h experien­cia en All Boys, lo que significó la oportu­nidad de presentarse ante un público masi­vo. Sorprendentemente éste reaccionó con gran respeto ante un silencio absoluto, mientras otras bandas de mayor renombre eran abucheadas ruidosamente.

Lentamente iban consiguiendo un estilo muy particular, que 1os diferenciaba del res­to de grupos surgentes el momento, a la vez que los colocaba en la vanguardia de la experimentación sónica: "Yo pienso que nuestro estilo" declara Camilo, "es terrible­mente particular, de ahí el problema que tenemos en tocar con otros conjuntos. Co~ mo algunos dicen es asquerosamente hermé­tico..." Y Christian aclara: "En cuanto a nuestro estilo creo que logramos algunas metas. Por ejemplo, alcanzar cierta técnica y el placer motriz de tocar. Ahora las cosas llegaron a un punto en el que hay cierto automatismo que permite una vivencia des­de otra parte. Recién donde termina el en­sayo, comienza la nueva creación del tema".

Continuando con la huella dejada a través de estos años, ahora incorporan un te­cladista de sólida formación clásica, Oscar L'aiguera y un cantante "juglar", Miguel Zabaleta (es~ion). Al mismo tiempo, todos se ocuparán de los coros como para refor­zar las partes vocales. Las modificaciones introducidas por estos dos nuevos miem­bros amplian el espectro de posibilidades armónicas y a la vez que trae aparejada una cierta simplificacidn ritmica, ya que antes tenian que recurrir a numerosos cambios ritmicos y a complicadas métricas para su­plir cierta deficiencia melódica por el hecho de ser un trío. El cambio es tan rotundo que hasta se dedicarán a hacer temas com­puestos por Laiguera anteriormente.

Con h incorporacidn de un cantante sur­ge la necesidad de un mensaje concreto a través de la letra del tema, además de usar­se la voz humana como un instrumento más. Al respecto Christian declaró: "En ningún momento queremos hablar de algo grotesco como podria ser un discurso polí­tico. Lo que pretendemos es expresar algo que sea una experiencia personal y que se transmita como real".

Pero todavía nos queda otra novedad, en el tintero. OM emprende la búsqueda de una síntesis escénica donde el espectador reciba la música como un todo a través de todo su cuerpo; un espectáculo integral que lo transporte más integramente hacia donde la música apunta. Camilo nos comenta el proyecto:

"El tecladista es realizador de cine y es muy apto pare manejar ese tipo de cosas. Lo que pasa es que hay una causa econó­mica que es muy pesada y fue interfiere en la idea de hacer un gran despliegue. Lo que está planeado no lo puedo decir al detalle, porque no tenemos seguridad de que lo lleguemos a hacer completamente. Existe, sin embargo, la posibilidad de un corto.

Vamos a hacer lo posible como para realziar aunque sea una cuarta parte de lo pro­yectado. En definitiva queremos crear cier­ta impresión en el espectador a través de varios sentidos: vista, oído y quizás olfato. Claro que desearíamos usar una escenogra­fía, pero ¿qué grupo del rock no‑tiene ese deseo?. Lo que pasa es que no hay guita, uno tiene que trabajar para mantenerse o comprar un encordado. Yo tengo que hacer casas y él ser cadete.

Estornudo - Entonces, ¿la producción la piensan hacer Uds. o van a buscar un productor?.

Camilo: Vamos a buscar un producto que no tenga nada que ver con el rock, debido a que ya se sabe como es el trato de los existentes. Todos conocemos la forma co­mo se maneja el asunto de las produciones, de una manera deshonesta y groseramente pistolera.
Christian: Desgraciadamente no podés de­cir: "Bueno, esto lo cambiaremos con una transformación de las mentalidades", por­que encontras a tipos de 30 años que hacen la misma cagada.

Estornudo -¿En qué quedó la idea de grabar un LP producido por Uds.?

Christian: La idea es producir un master con la música del trio pare cumplir la etapa que pasamos hasta ahora y para no perder lo que la gente ya conoce de OM, y des­pués vendérselo a alguien que lo comercialize. Esa creo que es la única salida que nos queda, por una razón muy simple. Ahora, no se vende un disco y entonces los tipos que están en el negocio no hacen un disco de OM, porque no les ofrece garantía económica, sino que sacan algo que les dé plata a corto plazo. Aparte la producción de un LP de un grupo de rock que preten­de hacer las cosas bien hechas (playback y regrabaciones incluidas) cuesta el doble en horas de grabación que lo que cuesta uno de música litoraleña.

Eduardo: Cuando el año pasado estábamos en Prodisa, haste tuvimos que pedir por favor que nos conecten el Dolby. Ahora todo lo que grabamos pare ese sello quedó en la nada.

Christian: La idea de pager la producción nosotros se base en que las horas de graba­ción es lo que más caro sale. Si llevás la matriz pare que la editen, a lo sumo te dirán que si o no; entonces cuidando de que no te curren más de un 50 70, vos te protegés, cubrís los gastos y salís a la calle. El riesgo lo corre uno y a los tipos les conviene, porque el prensado de los discos lo pagan a 60 días, las tapas con documen­tos y la difusión para ellos no es problema ya que las compañias tienen hasta cuenta corriente en radio, televisión y revistas. Se edita el disco y con la plata que cobran por las ventas, recién empiezan a pager las deu­das. Lo que si tendrian que pager al çonta­do son las horas de grabación, SADAIC y los músicos contratados. Ahora si no se vende un disco esta plata se pierde, signifi­cando un peligro grande pare el capital; mientras que las tapes o lo demás no signi­fica mucho, porque casi siempre se trace una tirada chica. Desgraciadamente todas las compañias grandes están hermanadas en el garco.

Por Elvira Hatzembiler
( Revista Estornudo N 2 – Julio de 1976 )